Tú no tienes la culpa de lo que viví en mi pasado
Tú no tienes la culpa de la soledad de mi niñez
Tú no tienes la culpa de haber llorando en la oscuridad
Tú no tienes la culpa de mis miedos por las noches
Tú no tienes la culpa de los ruidos que escuché
Tú no eres el pensamiento de mi inconsciente…
Construyamos juntos esta nueva historia
Dónde estás tú y dónde estoy yo
Dónde no hay miedos y no hay heridas
Dónde los sueños saben a mañanas frescas, a niños felices.
Dónde las decisiones son a nombre propio, sin complejos ni remordimientos.
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